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El Cogul es un pequeño pueblo de 190 habitantes, situado a 22km del sur de Lleida (Cataluña). Está alejado de cualquier carretera importante: la más próxima está a 10km, y une Lleida con Flix.
Sólo vehículos y tractores a poca velocidad interfieren la vida del pueblo, mientras los niños juegan a su aire sin ningún peligro. Pocos edificios modernos rompen la armonía de su historia.
Como cualquier pueblo arraigado a sus raíces, en la plaza central se encuentran el Ayuntamiento y la iglesia.
Los niños que veranean en El Cogul guardan un feliz recuerdo toda la vida. Piscinas en las laderas del río y árboles gigantes y sombríos decoran el paisaje. Y antes de irnos de este peculiar pueblo, nos queda la visita obligatoria a la tienda, donde elaboran artesanalmente todos los productos frescos del cerdo y de donde volveremos con el cesto lleno de buenos embutidos.
El Cogul se compone por calles dificultosas e irregulares que forman una gran pendiente. Un paisaje duro y solitario, con piedras arañadas, cabanes de volta, olivos, almendros y algunos bosques de pinos.
Grandes rocas, también, bordean los valles. El Cogul es un pueblo de habitantes deseosos de ser visitados por personas que buscan paz y tranquilidad.
Pero si algo hace único el Cogul son sus pinturas rupestres de más de 10.000 años (y que forman parte de las Rutas del Arte Rupestre), declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO.
